KADÚ BAR no se detiene y se expande de a poco. Carlos Borgia, autor y director de “Mi primera noche en Kadú”, nos cuenta como fue la experiencia de realizar la primera película leather argentina.
Las producciones de cine XXX son casi nulas en la Argentina, y de temática Leather más aún. ¿Qué te llevó a realizar tu propia película, una cuestión de militancia o una mera acción comercial?
Las ganas de producir y dirigir la primera película leather de Argentina surgió naturalmente, casi te diría como un intento de dejar testimonio de la movida o morbo leather que vivimos muchos de nosotros como estilo de vida, en el día a día.
Kadú se erigió como un espacio para poder vivir en libertad los morbos o fetiches de cada uno, y ser el artífice de una película que mínimamente sea una pequeña muestra de lo que se respira en Kadú cada noche, me llena de orgullo.
Volviendo a tu pregunta no se si lo llamaría el realizar la película una cuestión de militancia, en realidad nunca lo pensé así. Aunque tal vez debería planteármelo. Sí, lo que tenía claro es que quería hacer un producto de calidad y que fuera leather. Buena imagen, buena iluminación, buena fotografía, buena edición. También buena música. Un amigo, a quien admiro mucho por su inteligencia y don de gente, Enzo: periodista, músico y escritor compuso, a mi pedido la música original de la película pensando en cada una de las escenas. Enzo, un heterosexual fanático, empedernido y lamentablemente sin retorno “fumandose” cada una de las escenas leather de la película, todo un logro!! Esto que parecía pretencioso e inalcanzable, luego de meses se alcanzó. Soy consciente que muchas de estas variables no se ven ni se aprecian a simple vista, pero era un pequeño gusto que me quería dar y creo que rindió sus frutos por los comentarios que me llegan. Soy fotógrafo y también la película me dio la oportunidad de volcar mucho del tipo de fotografía que me identifica y me gusta mostrar. El disfrute, desde la fotografía entonces, fue un círculo virtuoso que se cerró.
Creo que las ansias por hacer la película también guarda estrecha relación y hasta un paralelismo intrínseco con la creación del bar. Así como Kadú considero, posicionó a la movida leather en otro lugar, tal vez lejos de la típica reunión en algún cine porno, sin desmerecerlas desde ya. La película tal vez hizo lo mismo con respecto a mucho material que se venía viendo desde hace tiempo y que no salía del típico argumento previsible.
En cuanto a tu pregunta respecto a la veta comercial,te puedo asegurar que no fue para nada negocio realizarla y que no lo es. La inversión en tiempo y recursos es infernal y el argentino medio en una época virtual con plétora de información y visualizaciones xxx no acostumbra a comprar películas condicionadas, justamente por estar a mi criterio muy bastardeado el género en el país. Es decir no esperan productos de calidad, como los que en mi modesta opinión logramos con “Mi primera Noche en Kadú” y tras mucho esfuerzo.
Obviamente, se que nos falta mucho, y que hay baches criticables, como un par de escenas y su discontinuidad. Lo se. Pero de eso se trata la vida. De aprender.
¿Cómo te sentiste siendo el director de la película? ¿La tenías definida en tu cabeza o se fue armando sobre el rodaje?
Me sentí cómodo porque elegí trabajar en su mayoría con amigos. Creo que lo típico cuando se hacen películas es contratar chicos que quieran actuar en películas condicionadas. Mi equipo y Yo comenzamos por otro lado, haciendo el camino inverso y creo que eso fue lo que nos jugó a favor. Quise que en la película estuvieran muchos amigos que vienen día a día al bar, que sintieran el fetiche en carne propia y lo disfrutaran. Que desde el sentirse implicados tuvieran la motivación para encarar este camino juntos. Personas a las cuales no tuviera más que decirles un par de pautas y saber que me entenderían con los ojos cerrados. Tirándose a una pileta con mucha agua. Creo que la sinergia con los actores fue ejemplar. Un respaldo mutuo. Por eso digo que esta película no le tiene porque gustar a todo el mundo. Y está perfecto que no les guste. Si buscan la típica película gay argentina con penetraciones, no van a encontrar en “Mi primera Noche en Kadú” su película de culto. Ni se molesten por conseguirla. Es una película dónde podés estar disfrutando por ejemplo 15 minutos de una chupada de pie, y no por eso la película se torna lenta. Vas a disfrutar de un fist extremo y no por eso se torna cien por ciento hard. Intenté darle un matiz de morbo y sutileza a la vez. Ojalá se vea. Mi orgullo es que luego de ver el producto terminado muchas personas que ni siquiera imaginaba estarían interesados en pertenecer a un film condicionado, vinieron a ofrecerse para estar en alguna próxima película producida por Kadú Set.
Por supuesto que luego aparecen copias de personas que en diez años no se les ocurrió hacer este tipo de películas y ahora están sorpresivamente “obsesionados” con la temática. Y hasta llamaron a amigos de Kadú para filmar. Entre paréntesis, llamados que en su mayoría ni fueron contestados. En relación a esto que te cuento, ya pasé mi etapa de indignación ante la falta de códigos y luego de mucha reflexión hasta puedo decir que es un halago que nos quieran imitar o “mal” copiar. Pero como digo siempre, la gente no come vidrio. Elige. Hay lugar para todos, hasta para los que copian.
Pero no quiero irme por las ramas y te contesto la segunda parte de tu pregunta, en relación a si tenía una idea ya preconcebida o si la fui armando sobre el rodaje. En realidad tenía en mi cabeza ya definido el argumento de la pelicula: quería retratar las sensaciones y contradicciones que experimenta una persona que concurre por primera vez a un bar leather. Creo que Leónidas Rey uno de los protagonistas de la película le supo otorgar la impronta ideal que requería el personaje. Pudo encarnar una mezcla de niño novato o inocente al llegar al bar, en el comienzo del film, para luego encarnar la metamorfosis de quien observándolo todo hace suyo el morbo que se respira alrededor, para terminar finalmente en la personificación de un esclavo leather inmerso en un charco de lujuria y sexo desbordado.
Más allá de la línea argumental inicial, lógicamente en el set de filmación y en las distintas jornadas te vas encontrando con nuevas variables que hacen que le des nuevas pinceladas a lo imaginado inicialmente.
Hace un tiempo empezamos a armar un calendario y fue una Odisea conseguir modelos para ser fotografiados ¿Fue fácil conseguir a los actores de la peli?
Sí, como te decía. En realidad nos fue muy fácil y hasta tuvimos que dejar gente afuera. Siempre el trabajar con amigos o con personas que sabés que disfrutan y no fingen, es un placer. Yo ya había dirigido para afuera, y el poder tener la primera película leather hecha en Argentina y con el sello de nuestra productora: Kadú Set no dejaba de ser un desafío. Para esto siempre trato de rodearme con personas que se que respiran el mismo aire que el que respiro. Personas con las cuales podés entenderte sin siquiera hablar. En honor a la verdad fue fácil conseguir los actores porque ellos siempre supieron que era entregarse a una aventura compartida. Confiaron en mí y traté con mucho laburo de ser consecuente con su entrega, brindando un producto que los dejara conformes y felices.
Kadú es un espacio que supo mantenerse y sobrevivir. ¿Creés que después de casi tres años ya está establecido como el espacio leather de Bs As o es algo endeble aun?
Hoy podemos decir que Kadú llegó para quedarse. No fue fácil. No es fácil un emprendimiento así. No lo fue, no lo es, ni lo será. Yo no dejo de agradecer a todos los amigos que nos acompañan cada noche en Kadú y hacen de Kadú su lugar. Muchos nos dicen, al fin algo así en Argentina! Yo a veces me enojo, o no se que verbo utilizar para que se entienda mi estado de ánimo, porque tal vez la persona que me felicita en casi tres años vino sólo cuatro veces. Y les digo: “ si a vos que te encanta viniste sólo tres veces, que se puede esperar de alguien que no le vaya la onda”. El argentino es así. Con sus cosas buenas y malas. Sus contradicciones. Muchos se quejan que no hay lugares buenos o innovadores y cuando existen no los apoyan con su presencia. Pero por suerte, no son la mayoría. Cómo decimos siempre no a todos les tiene que gustar Kadú. Kadú no es ni mejor ni peor que otros lugares de la ciudad, pero sí, es diferente. Y está bueno que aquellas personas que se sientan integradas o comprendidas en la idea del proyecto y su onda regresen por más. El apoyo contínuo de la gente y su regreso, luego de casi tres años de existencia nos da la seguridad que Kadú vino a ocupar un lugar nuevo, inexistente previamente y que muchas personas reconocen como tal. Una luz que lejos de apagarse crece semana a semana.
Acá en Buenos Aires se ve reiterada y lamentablemente que emprendimientos que costaron mucho esfuerzo explotan con mucha gente al comienzo y a los tres meses se funden por falta de clientela. Nosotros por suerte pasamos la etapa de “la novedad” y muchas personas que, teniendo la suerte de viajar, conocieron bares en Europa, por ejemplo de este estilo, nos felicitan y alientan a seguir ya que consideran que Kadú está al nivel de aquellos.
Pasamos todas las etapas y es por eso que puedo decir luego de dos años y medio, y con tranquilidad, que Kadú llegó para quedarse. Pasamos por la etapa del boca a boca, donde crecimos paso a paso; pasamos por la etapa de la explosión de gente, dónde en algunas noches no entraba ni un alfiler. Pasamos también por malas noches cuando cierto grupo ingresaba a nuestra web y utilizando el copy paste nos copiaban alevosamente todo un evento para realizarlo hasta en la misma fecha, con el mismo dress code u onda. Esto se relaciona con lo que te mencionaba antes. Si algo tiene Kadú es pasión, imaginación y por sobre todas las cosas buena energía. Personas que en diez años o más no se les ocurrió algo así, ahora sorpresivamente y súbitamente les agarró un inesperado interés leather o como lo llames. Personas sin imaginación? No lo sabemos. Nosotros miramos lo nuestro, jamás se nos ocurriría tratar de copiar otros proyectos, porque nos costó mucho pisar fuerte en el propio, y desarrollar nuestras propias ideas. Creemos que es mejor sumar que dividir. Pasamos así, entonces por la etapa de no publicar más fechas de eventos, para evitar malas copias o plagios. Pasamos por una etapa más abierta. Y ahora creo que estamos en la etapa de consolidación de Kadú. Una estructura de amigos que vienen cada semana en forma estable. Que se sienten comprendidos con la filosofía de Kadú. La libertad, el no yire y el morbo. Personas que se suman semana a semana y turistas que nos envían emails aun antes de llegar a nuestro país con ansias de conocer el bar. Algo que ni en los mejores sueños hubiésemos pensado. Un espacio que se retroalimenta día a día.
Al comienzo nos costó trabajo pagar el derecho de piso, como creo te comenté en otra oportunidad , pero hoy desde diferentes grupos leathers nos visitan cada sábado porque ven en Kadú algo diferente que no vino a competir, sino a sumar.
Un lugar donde no se yira, donde no hay “estrellitas”, dónde uno se siente cómodo y como decimos siempre, eligas lo que elijas hacer en cada momento: ver videos , escuchar música, conocer gente, reencontrarte con amigos o pasarlo caliente y bien.
Hoy Kadú es el único Bar Leather de Argentina, pero también el único bar fetichista y temático. Hay noches nudistas , noches fetichistas, noches temáticas.
Un bar. Y no siempre el mismo. Tal vez ese sea el secreto de Kadú.
Cada noche lo que planteamos es algo totalmente diferente a la noche anterior o posterior. Un lugar, para encontrarse a uno mismo y dejarse llevar. Y eso, creo, no es poca cosa…
Podés acceder a los datos de la Pelicula “Mi Primera Noche en Kadú” y ver su tráiler clickeando: http://kaduset.kadu.com.ar/
Para solicitar la película escribí a: info@kadu.com.ar
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