jueves, 1 de abril de 2010

SEXUALIDAD MASCULINA- Mitos y Falacias

El Dr. Alberto es un prestigioso sexólogo clínico, especialista en enfermedades de transmisión sexual y colaborador docente de la cátedra de sexología de la Universidad de Bs. As. (UBA) Participa en Yahoo! Respuestas desde hace cuatro años resolviendo dudas sobre salud sexual. En está ocasión, el doctor ha participado en nuestro Blog para aclarar algunas falacias en torno a la sexualidad masculina.
Mitos y Falacias



1. La potencia sexual de un hombre está directamente relacionada con el tamaño de su pene. FALSO. No existe ninguna relación entre el tamaño del pene y potencia sexual.

2. Un pene de mayor tamaño, proporciona más placer a quien lo tiene y a su pareja. FALSO. Como en el caso del mito anterior, el tamaño no es, de ninguna manera, sinónimo de placer; esto es debido a que las terminaciones nerviosas de la vagina (relacionadas con el clítoris) se encuentran en el primer tercio del techo vaginal. La mayoría de las mujeres estiman más las distintas maneras de acercarse, las caricias, el modo de ser atendidas, en lugar del tamaño del pene.

3. Un verdadero hombre debe estar siempre listo para tener sexo. FALSO. Nadie puede o debe estar dispuesto siempre a mantener una relación sexual. Desgraciadamente, este mito pone a muchos hombres en apuros. Con frecuencia, pueden existir muchas razones para en determinado momento no exista deseo de tener relaciones sexuales, desde el estrés del trabajo, el cansancio del día, una preocupación, una discusión, etc. El deseo depende de muchos factores distintos, tanto físicos, como psicológicos y es necesario un buen equilibrio sicoemocional para tener una relación placentera. Nadie en su sano juicio puede pretender tener sexo en cualquier momento o con cualquier mujer.

4. El alcohol es un excelente estimulante sexual. FALSO. El alcohol sólo ayuda a perder algunas inhibiciones, acalla prejuicios y libera algunos centros nerviosos; esto, cuando se tome en poca cantidad y por muy poco tiempo, dado que este efecto es transitorio y terminará siendo totalmente contrario, si su ingesta es muy abundante. Disminuirá el deseo, atentará contra una buena erección y producirá trastornos eyaculatorios.

5. De acuerdo al tamaño de sus manos, pies o nariz, puede calcularse el tamaño del pene de un hombre. FALSO. No existe la menor relación entre estas partes de la anatomía de un individuo y el tamaño de su pene. Éste está relacionado con la herencia y las hormonas producidas por su organismo a temprana edad.

6. Existe un límite prefijado de antemano para el número de coitos o eyaculaciones que tendrá un individuo durante su vida activa. FALSO. Esta absolutamente comprobado que a mayor actividad sexual, mayores posibilidades de extender esta en el tiempo y en calidad. Como asegura el Dr. Juan Carlos Kusnetzoff con mucha claridad “La sexualidad es como la batería de un coche, anda mejor cuanto más se la usa”. O como aseguro a mis pacientes cuando me consultan sobre el tema, “En este caso, nunca mejor dicho… la función, hace al miembro”.

7. Los hombres saben sobre sexualidad y son quienes deben dirigir las relaciones sexuales. FALSO. El principal perjudicado por esta mentira será el hombre mismo, generándole angustia y estrés, al poner toda la responsabilidad de la relación en su desempeño sexual, sin permitirle comprender que la sexualidad de una pareja se juega de a dos y que ambos tienen derecho a desear, imaginar y fantasear, enriqueciendo la relación.

8. Un eyaculador precoz es quien eyacula antes de la penetración y este problema solo lo tienen los hombres jóvenes, debido a trastornos físicos. FALSO. Existen distintos grados de eyaculación precoz, esto va desde la eyaculación antes de penetrar, hasta la que se produce inmediatamente después de la penetración, pero todo está englobado en el mismo problema. Tampoco es cierto que sea una patología que sufren los jóvenes únicamente; hombres de todas las edades viven angustiosamente este problema y reclaman solución. En cuanto a sus causas, en la inmensa mayoría de los casos no hay problemas físicos involucrados, por lo tanto el tratamiento deberá ser una combinación de fármacos y ejercicios destinados a una mejor percepción de las sensaciones previas a la eyaculación, junto al mejoramiento de la relación en la pareja.

9. La actividad sexual afecta el rendimiento laboral o deportivo. FALSO. Es sabido que durante el coito se gastan las mismas energías que subiendo dos o tres pisos por escalera, es decir, hablamos de un gasto energético inferior a 40 calorías. Por lo tanto, difícilmente esto podría debilitar a un individuo normal y afectar su desempeño laboral o deportivo.

10. La edad avanzada termina con la sexualidad del hombre. FALSO. Es cierto que con el paso de los años aparecen distintas patologías como diabetes, hipertensión arterial, hiperlipidemias, etc. y los tratamientos asociados a estas enfermedades pueden atentar contra una buena sexualidad. Sin embargo, estos padecimientos pueden ser controlados y por lo tanto también los trastornos sexuales que se derivan de ellos. Incluso en algunos casos la edad podrá ser una ventaja comparativa importante, debido a que el control eyaculatorio puede ser superior y la erección, por lo consiguiente, mantenida durante un periodo de tiempo más prolongado.

11. Cuando un hombre mayor tiene problemas de erección, siempre es por factores orgánicos y estos son irreversibles. FALSO. Si bien es frecuente que los problemas de erección en pacientes de edad madura estén asociados a distintas patologías como diabetes e hipertensión arterial, por ejemplo, no siempre esta es la causa del problema y, por supuesto, en la mayoría de los casos existen tratamientos destinados a solucionarlo

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