lunes, 1 de marzo de 2010

CINE Y DICTADURA por la Memoria.

El próximo 24 de marzo se cumple un nuevo aniversario del último Golpe de Estado, y CASA BRUTUS no solo aprovecha la fecha para sumarse a su repudio, sino tambien para invitarlos atraves del cine a intentar comprender la importancia en la vida de todos los argentinos que ese hecho significó, y aun hoy, significa. Una reciente información difundida por la FALGTB, dice que de los 30 mil desaparecidos, unos 400 corresponderían a personas ligadas a sus diferencias sexuales




UNA ECUACIÓN COMPLICADA Y NO SIEMPRE EXITOSA

Cuando el 24 de Marzo de 1976 la Junta militar toma el poder por la fuerza y se hace cargo del gobierno en la República Argentina, comienza uno de los periodos más oscuros, sanguinarios y crueles de nuestra historia. Signado por la perdida de los derechos constitucionales, la censura y todo tipo de atropellos a los derechos humanos de los argentinos, abarca desde la fecha citada hasta el anuncio de las elecciones democráticas en el año 1983, cuando Raúl Alfonsin asume como el primer mandatario del país, poniendo fin a siete años de penurias, vejaciones y los más terrible de todo: desaparición de personas, apropiación de menores y campos clandestinos de secuestro y tortura.
El cine argentino en ese lapso consistió en olvidables comedias familiares protagonizadas por los cantantes de moda o alguna picaresca que usualmente llevaban adelante Porcel Y Olmedo. También alguna que otra propaganda policíaca pergeñada por Palito Ortega acompañado de Carlitos Balá. Uyyyyyyyyyyyyy!!!!
Pero luego, con el advenimiento de la democracia había que hacerse cargo de lo sucedido y desde la ficción, plasmarlo en imágenes. ¿Sería posible?..¿La gente apoyaría un cine comprometido y testimonial?..Esas eran las dudas y el riesgo a correr.


A continuación un recorrido por los títulos más salientes y recordados que de alguna manera u otra abordaban el tema, ya sea desde el hecho en si , por una historia ocurrida en ese lapso o por alguna consecuencia sufrida por el protagonista que lo retrotrae a ese período.


La Historia Oficial (1985) quizás la más famosa y galardonada de este pelotón, gracias al Oscar de la Academia a la mejor película extranjera y al premio en el Festival de Cannes para Norma Aleandro. Una de las primeras en atreverse a tocar el delicado tema de los menores criados por sus propios captores. En éste caso con el desconocimiento de uno de ellos y la sospecha creciente que causa el conflicto. Con un guión de hierro y actuaciones de antología es un hito en la historia del cine nacional. Estrenada sin pena ni gloria duró pocas semanas en cartel, pero luego de los premios tuvo su segunda oportunidad y de esa manera la gente se acercó por curiosidad. Todo vale.

Ese mismo año se estrenaba otro curioso titulo: Los días de Junio (1985) en el que un actor exiliado por la dictadura volvía al país a reencontrarse con sus amigos y se producía un debate imposible, acerca de los que se fueron y los que se quedaron. Con Norman Briski y Victor Laplace es un film emotivo e inteligente.
Pino Solanas, un director siempre politizado y comprometido con la realidad ofreció su mirada al respecto en dos films que se complementan y que son como el ying y el yang sobre el mismo tema: el exilio y sus consecuencias. El exilio de Gardel (1985) y Sur (1988) una filmada en Europa y la otra en una Buenos Aires poblada de brumas y humo son dos joyas imperdibles, teñidas de una gran melancolía y con una puesta en escena, cuadros musicales y encuentros imposibles (Gardel y San Martín) difíciles de olvidar.



Una de las películas que más polvareda levantó en esa época fue sin dudas La noche de los lápices (1986), dirigida por el experimentado Héctor Olivera, relataba desde el recuerdo del único sobreviviente, uno de los episodios más controvertidos de los inicios de la dictadura, cuando fueron secuestrados, torturados y luego asesinados, siete adolescentes en la ciudad de La Plata por el solo hecho de protestar por el aumento del boleto estudiantil. Descarnada y realista, causaba impacto el ver a un grupo de casi niños en una situación tan injusta y al límite.

Un muro de silencio
(1993) fue el debut en la dirección de Lita Stantic, asistente de todos los films de Maria Luisa Bemberg. Se dio el lujo de contratar a una de las mejores actrices del mundo, Vanessa Redgrave, para retratar el viaje de una directora inglesa a nuestro país para filmar la historia de Silvia, la esposa de un desaparecido y tratar de entender la compleja e indescifrable situación del país desde la mirada de un europeo. Con Julio Chavez y Soledad Villamil.

Garage Olimpo
(1999) de Marco Bechis es de todas quizás la más difícil de ver y digerir. Crudísima en sus imágenes y convirtiéndonos en testigos pasivos de lo que sucede en las entrañas de un centro de detención, asistimos al periplo que sufre una detenida en ese lugar y a la ambigua relación que se establece entre ella y su torturador. El síndrome de Estocolmo con toda su perversión a cuestas. Solo para estómagos resistentes.




Marcelo Piñeyro, el mismo de Tango Feroz, Caballos salvajes y Plata quemada, realizo su aporte al tema con la calida y sugerente Kamchatka (2002). Desde la mirada de un niño, su candidez y su inocencia, relata las peripecias de un matrimonio y sus dos hijos escondidos en una quinta de las afueras durante la dictadura militar. Con muy buenas labores de Ricardo Darin y Cecilia Roth, acompañados del gran Héctor Alterio, esta vez del lado de los buenos. Paradójicamente es uno de los films menos vistos de un director acostumbrado al éxito.

En los últimos años el cine nacional viene padeciendo una baja notable en la asistencia de espectadores a los cines. Salvo excepciones que tienen que ver con lo popular, lo infantil o los productos televisivos, la gente le huye a lo local, a pesar del renombre internacional logrado por nuestro cine en los Festivales de todo el mundo. El llamado Nuevo cine argentino o el cine de autor, no ha logrado ganar la adhesión de un público selecto que todavía hoy prefiere el cine europeo o el americano independiente a la hora de pagar una entrada. Quizás por eso, en los últimos años han sido muy pocos los que se han atrevido a seguir tratando el tema de la dictadura. Cautiva (2003) es una muestra muy apreciable y recomendable acerca de una adolescente que descubre que sus supuestos padres podrían ser sus propios captores, dando vuelta de esta manera lo relatado en La historia oficial desde la óptica de la hija. Con un gran trabajo de Bárbara Lombardo es una perla a descubrir.

Crónica de una fuga (2006) del gran Adrián Caetano retrata un hecho verídico ocurrido en el centro de detención conocido como la Mansión Seré en la que un grupo de jóvenes logra fugarse. Uno de ellos es el ex futbolista Claudio Tamburrini. Presentada en Cannes.



Cordero de Dios (2008) de Lucia Cedrón, en la que un hecho policial como lo es un secuestro extorsivo saca a la luz un episodio del pasado que se relaciona directamente con el presente, poniendo a una madre y a su hija frente a frente con la historia familiar. Mercedes Moran y Jorge Marrale encabezan un interesante reparto conformando una buena película. También pasó por la cartelera sin hacer mucho ruido.

Finalmente culminamos la recorrida con la reciente El secreto de sus ojos, el mega éxito de 2009 del cine argentino, que puso a su director Juan José Campanella en competencia por el Oscar a mejor película extraljera por segunda vez, y en cuyo film se anima a tocar el tema desde el protagonismo que una organización tan nefasta como la Triple A, supo ejercer en esos años de agitación, dejando al descubierto el accionar macabro que empleaban para desaparecer personas.



Con lo antedicho queda demostrado que si bien nuestro cine no se ha hecho eco como debiera de tan importantes sucesos del pasado que aún hoy dejan huella en el presente, también es cierto que no deja de ser una industria que vive y subsiste gracias al aporte de sus espectadores. Y si estos no se interesan por ciertos temas o hacen oídos sordos por la incomodidad que generan estamos ante un círculo vicioso que no tiene solución. El futuro dirá como sigue ésta ecuación: cine y dictadura. ¿Una realidad concreta o un destino de olvido?

Movieman

2 comentarios:

  1. genial la sintensis y todas pelis imperdibles, me falta alguna que otra que me prometo ver. Incluiria en esta lista el film argentino Hermanas de hace unos 8 años atras. Sin duda Garage y Cronica son las mas fueres.
    Aunque no es de origen argentino la pelicula Garage Olimpo es un diptico que se complementa con Figli/Hijos la cual aun no consegui ver
    abrazo
    Denis, el Oso

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  2. Muy buen aporte para un día en el que muchos estarán disfrutando el feriado sin pensar ni un minuto lo que nos pasó.
    Abrazo.

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