La vagina tiene por naturaleza una buena lubricación en tanto el ano depende para ello de la ayuda de algún lubricante adicional. No todas las personas tienen la misma dilatación del esfinter anal, por ese motivo la penetración para muchos de ellos es molesta y dolorosa. Para aquellas parejas que practican el coito anal estos lubricantes pueden ser de gran ayuda. Los constantes movimientos por el bombeo durante el coito producen una alta fricción y por consiguiente pueden producir dolor en vez de placer. Los lubricantes sirven para evitar las lesiones de la mucosa anal, al ser facilitadores de la penetración.
Antiguamente la saliva era el único lubricante natural,sin embargo, tiene algunos inconvenientes, ya que contiene microorganismos que pueden ser dañinos, no es tan resbalosa como un lubricante comercial y se seca rápidamente. Con el tiempo la vaselina ocupó ese lugar de preferencia. Este tipo de lubricantes no deben usarse en combinación con condones, pues la destrucción del látex es asombrosamente rápida, lo que significa que las perforaciones microscópicas que se originan son lo suficientemente grandes para que el esperma o los organismos de una enfermedad sexualmente transmisible pasen a través de los mismos. Con el advenimiento del VIH y el uso necesario del preservativo como herramienta preventiva cayó en deshuso porque abre los poros del látex volviendolo vulnerable al virus.
Los lubricantes a base de aceite incluyen grasas vegetales (de oliva, maíz, etcétera), mantequilla y sustancias derivadas de cacahuates, nueces o aguacate, por ejemplo. Los expertos aseveran que son seguros para usarse dentro de la vagina, aunque pueden manchar ropa, sábanas y almohadas; asimismo, comparados con los lubricantes a base de agua, son más difíciles de eliminar, por lo cual habrá que utilizar jabón.
Actualmente hay una gran variedad de lubricantes pero todos ellos se han desarrollado sobre la base de los lubricantes quirúrgicos o urológicos, utilizados para evitar rozaduras y dolor al introducir las sondas en la uretra de los pacientes o durante las exploraciones anales o vaginales, como el famosísimo gel K-Y. Se recomiendan aquellos lubricantes hidrosolubles (que contengan una base acuosa), que no alteren el pH de la mucosa, favoreciendo así un medio húmedo como el que se consigue con la lubricación natural. Además debemos tener en cuenta que el lubricante no resulte irritante ni nos produzca reacciones alérgicas (testados dermatológicamente), para ello recomendamos hacer una pequeña prueba, aplicando un poco de lubricante en el antebrazo (por ejemplo).
Desde aquí optamos por los lubricantes en gel, testados dermatológicamente, que posean características neutras tanto de olor cómo de color.
Para la mayoría de las parejas, los lubricantes a base de agua son la mejor opción pues se eliminan fácilmente después del coito, no manchan las sábanas y son seguros si se usan con condón o preservativo. Sin embargo, los productos fuertemente perfumados o con sabor añadido pueden irritar vagina o pene.
Los lubricantes a base de agua proclaman no tener sabor, pero eso no es completamente cierto. Uno de sus componentes, la glicerina, tiene sabor ligeramente dulce; el extracto de toronja que se utiliza en muchos de ellos tiene sabor ligeramente agrio, y algunos contienen el espermicida nonoxynol-9, el cual sabe a jabón y medicina, lo cual puede adormecer la lengua temporalmente.
Es interesante saber que durante un acto sexual de duración inusualmente larga, los lubricantes a base de agua pueden secarse. Si esto ocurre, puede aplicar un poco más o reactivar sus propiedades con un poco de agua.
Las relaciones anales son parte de la vida de sexual de gran cantidad de parejas en todo el mundo, sean éstas homosexuales o heterosexuales.
Por ello, es conveniente apuntar que, a diferencia de la vagina, el recto no se autolubrica tras la excitación, por lo que en este tipo de práctica deberá utilizarse un lubricante con base acuosa (recuerde que vaselina y aceites pueden perjudicar al látex del preservativo), no irritante que facilite la penetración, producto que debe colocarse tanto en pene o dedo como en el ano receptor.
Así, mientras algunos escépticos consideran que el tiempo que se utiliza en aplicar el lubricante significa incómoda interrupción, otros creen que este breve momento es una pausa necesaria que enriquece aún más la relación sexual.
Bajo la premisa: “Para que puedas amar mejor”, llegan las nuevas presentaciones “Pocket” de lubricantes íntimos “KY® Regular” y “KY® Warming”. Las mismas vienen disponibles en pequeños sobres de 5 gramos los cuales permiten ser llevados cómoda y discretamente a cualquier lugar.
“KY® Regular” y “KY® Warming” son lubricantes para ser usado en los genitales externos, no contienen espermicida, ni previenen enfermedades de transmisión sexual, no tienen fragancia, ni sabor y no afectan el látex del preservativo. Estos productos deben permanecer fuera del alcance de los niños. Deben ser usados con cuidado en personas con antecedentes de alergias, si aparecen reacciones adversas se debe suspender su uso y consultar al médico.
LUBRIX Gel lubricante con aromas Fresa, Chocolate y Menta, para uso personal, proporciona una efectiva lubricación durante las relaciones íntimas brindando comodidad y placer, por no contener grasa es ideal para usar como extra lubricación con preservativos (condones), es fácil de remover, no contiene espermaticida, ni previene enfermedades de transmisión sexual.
PROPIEDADES:
Hidrosoluble
No daña las gomas, plásticos ni látex.
No es tóxico
No es grasoso, no mancha
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PRESENTACIÓN:
Caja de 48 estuches x 3 und de 10 cm3
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