lunes, 1 de febrero de 2010

DISCOS

















Hot Chip vuelve a escena con un prometedor cuarto álbum One Life Stand, la nueva producción de Hot Chip será lanzada el próximo 9 de febrero oficialmente.

One Life Stand es un salto con los ojos vendados a lo desconocido, un álbum que está bañado con el sello distintivo de Hot Chip que da muestras intensas de creatividad y las mezcla con la sensibilidad emocional desde el primero hasta el último track. Indudablemente, One Life Stand es el álbum más completo de la agrupación a la fecha, aún más que su álbum del 2007, Made In The Dark, e incluso, más ambicioso que el material nominado al Premio Mercury y al Grammy en 2005, The Warning. One Life Stand es un disco que establece a Hot Chip como uno de los grupos más relevantes y creativos de nuestra era.
Con Joe Goddard, Alexis Taylor, Felix Martin, Al Doyle y Owen Clarke a la cabeza, no es sorpresa que hayan creado y tomado inspiración por un abanico de influencias. One Life Stand ve pasar una proliferación de influencias tan diversas como las que van de la escena emergente del funk en el Reino Unido hasta la música soul, el R&B, el gospel, el house, todos estos ritmos se sientan al lado de la firma estética de la banda, junto con otros elementos como la experimentación musical y la manera en la que Hot Chip se presenta en el escenario

En una primera escucha el single One Life Stand puede inducir a pensar que Hot Chip han perdido el toque para el hit perfecto. Craso error, One Life Stand es mucho menos inmediato que Over and Over o Ready for the Floor y por lo tanto te vas a encontrar poniéndolo en bucle una y otra vez “like a monkey with a miniature symbol / the joy of repetition really is in you”. Tira de efectos y sonidos que ya conocemos, pero ¿Qué coño importa si es un tema redondo? ¡Pero si hasta tiene una letra preciosa!

El disco abre con otro hit potencial Thieves in the night, tremendo y entre lo mejor que han hecho nunca, confundiendo estrofa y estribillo en un tema de progresión constante hacia el hedonismo. En Hand me down your love destacan las baterías iniciales y retoman el vocoder que parece que va a volver a estar muy de moda en 2010. El corte número tres, I feel better, aún no tengo claro si me fascina o me da vergüenza ajena, vocoders a cascoporro y una base tecno bastante cool, me hace acordar a Madonna. Un guilty pleasure en toda regla.
En Brothers se relajan, un tema precioso que va creciendo y expandiéndose a medida que se superponen sonidos. Slush a mitad del disco se la podían haber ahorrado, porque francamente no hay por donde agarrarla Alley Cats lo mismo que Slush se la podina haber ahorrado, pero We have Love es otro de los temas de One Life Stand que podría ser single, imposible estarse quieto si suena.
Keep Quiet inspirado en Susan Boyle. Take It In tema final del disco, el comienzo me recuerda ciertos acordes a The Cure es un digno final que nos deja con ganas de más.
Gustavo Ian

One Life Stand

HOT CHIP


Calificación Brutus Brutus Brutus Brutus







El segundo disco de Leandro Riccieri, aka Leandro Viernes, cuenta con la producción de Julián Fraus (ADICTA), y tiene todo un potencial que por momentos explora con precisión, y otras, se queda a mitad de camino.
Entre el pop y el glamrock, los 11 tracks que componen Viernes por la madrugada, recuerdan por momentos a los icónicos Virus. Talves sea por el parecido físico entre Leandro y Federico Moura, o por la forma de cantar.
El disco abre con Enfermo, una canción redondita, con un estribillo bien pegadizo y una melodía no menos contagiosa. Pegadito viene Reistir, donde el haló de Virus atraviesa toda la canción.
Cárceles, invita al glam-pop a lo Juana la Loca, y a mover la cabeza y los hombros sin pudor.
Uno de los mejores momentos del disco llega con Brindemos por ello, en donde abandona toda pretensión de baile y se anima a un sonido totalmente diferente, tanto que recuerda a The Last Shadows Puppets (No fue mi amor, sino nosotros lo que terminó, todo lo que fuimos tocando se fue rompiendo, destruyendo los sueños...dice la letra).
Darte más, retoma el sonido pop vintage ochentoso pero jamás llega a convencer. Lo mismo ocurre con Viernes por la madrugada, que suena bizarro y cursi para ser un tema que de nombre a un disco. Y para completar la triada, se suma Danza triangular.
Los mejores momentos se encuentran cuando se aleja de las intenciones de baile, como sucede en la exquisita Río adentro, que mezcla folklore, guitarras eléctricas y programaciones a lo Lisandro Aristimuño, y el resultado es de lo mejores momentos del disco.
De tanto insistir con el rock bailable, en Machoman lo consigue. Postura machista y actitud ambigua que logra un resultado interesante e invita al baile. En cambio, Recargado que sigue la misma onda, no aporta demasiado. Lo mismo que el remix de Darte más en plan minimal house a cargo de Ladies On Mars.
Al terminar el disco queda una sensación dual, como que se podría mejor porque hay ingredientes, pero el sabor...todavía no fascina.


Viernes por la madrugada
LEANDRO VIERNES

Caliicicación: BRUTUS BRUTUS BRUTUS









Dice el diccionario de la Real Academia Española acerca de la palabra tributo: tributar algo, rendir homenaje a alguien. Pero éste disco tributo pareciera alejarse bastante de esa definición. De las 2 decenas de artistas de toda Latinomérica que recrean las canciones de Los Fabulosos Cadillacs, apenas un puñado arriba a un resultado interesante. El resto, navega entre lo audible, lo mediocre y la falta de respeto.
El disco abre bien alto con la impecable versión que Los Cafres recrean de Vos sabés. Un reggae muy FM, pero efectivo y radial. Los mexicanos de Nortec Collective ponen sus manos y sus perillas sobre Manuel Santillán, El león. Y resultado es más que digno, dub-mex con toques de ranchera norteña que se acreca a Frijolero de Molotov, pero en versión instrumental.
El matador, recreado por Cartel de Santa es la primera de las tantas aberraciones que encontraremos. El desgano de su cantante y el pseudo rapeo que practicá, invita a pasar al próximo track sin pensarlo demasiado. Desapariciones, en manos de los bolivianos de Matamba, arriban a una versión de cadencia reaggae root muy acertada. Lo mismo que Silencio hospital, a cargo de los puertorriqueños de Cultura Profética.
La versión de Calaveras y diablitos, por parte de Cuentos Borgeanos , no seduce. Abril Sosa y cia, intentan buscarle la vuelta a la canción pero terminan destrozándola. Lo mismo hace Massacre con Basta de llamarme así.
Mi novia se cayó en un pozo ciego, en una versión reggecore es de lo más feo e insoportable de todo el disco. En tanto La vida, por Dr Krapula, más que un homenaje a los Cadillacs parece uno a sus compatriotas de Aterciopelados. Igual se deja escuchar.
Lejos de alegría que le imponía Celia Cruz, la versión de Vasos vacíos por Andrés Calamaro, se torna bastante aburrida por momentos. El disfraz de Bob Dylan ya está muy gastado.
Siguiendo la Luna por Los Tipitos, es sin dudas el punto más alto de un disco sin brillo. Los muchachos consiguen hacer la canción como si fuera un tema propio, y a su vez, reversionarla con respeto.
El satánico Dr Cadillac por Los Pericos, no se juega demasiado y apuesta a un reggae radial. El resultado es una versión discreta.
En un disco tan opaco cono éste, uno no esperaría que Los Auténticos Decadentes aportaran una inspirada versión de Demasiada presión. Donde originalmente había ritmos de salsa ellos ponen rumba flamenca, con palmas y ruiditos electrónicos incluidos. Pura fiesta.
Padre nuestro por Aterciopelados, es de lo menos inspirado de todo el disco. Aburrido, aburrido. Aburrido. Lo mismo que Número 2 en tu lista a cargo de Kapanga, y una versión de cuarteto –core que se parece a cientos de temas propios. Insoportable.
Los uruguayos de No te va gustar, se las ingenian para lograr unos de los pocos buenos momentos con su versión de Basta de llamarme así. Una balada perfecta para romances estivales.
Por suerte el disco llega a su fín con la desabrida de Mal bicho, a cargo de los venezolanos Los Amigos Invisibles, que no se juegan demasiado, y más que un cover parece una remake.
Definitivamente un disco que no esperábamos. Cristian Brutus


Vos sabés...como te esperaba. Tributo a Los Fabulosos Cadillacs.

VARIOS ARTISTAS


Calificación: Brutus Brutus







En el año 2007 los Artic editaron Favourite Worst Nightmare. Desde ese entonces pasaron casi tres años, momento en el cual su cantante Alex Turner dió vida a The Last Sahdow Pupptes.
Pero ahora Artic MonkeyS está de regereso con su tercer album Humbug. Que ofrece un sonido mucho más maduro y que hace referencia musicales a The Doors, The Who, Morrisey, y hasta Paul Weller en el modo de cantar de Alex y en los delirios musicales que grabaron.
Propeller inicia el viaje, la menra de cantar de Alex lo situá bien cerca de Morrisey, y la cadencia de la canción perfectamente podría ser un tema del ex The Smiths. Comienza tranquila, pero en la mitad sube y atrapa. En Craying Lighthing el sonido es un poco más duro, y la orma de cantar es totalmente diferente, casi ininterrumpida, y aunque suena áspera no llega a la locura.
Dangerous Animals es una especie de unk oscuro, sostenido por un bajo constante que solo orce luz negra, en donde la alegría nunca llega. En Secret door, nos metemos en un subibaja, es una canción extraña con varios cambios de tiempo. Intro de balada, nudo a medio tiempo, y un descenlace como balada que incluyen arreglos vocales perfectos que recuerdan a The Coral. Un punto muy alto.
Potion appoaching tambien navega en los cambios de ritmos con subidas y bajadas, jugando un duelo de bajos y guitarras. En Fire and The thud, hay una canción bien interesante. Es a medio tempo en casi su totalidad, pero termina bastante arriba, casi un tributo a las baladas de Paul Weller.
Cornerstone es un abalada preciosa y sin altibajo. Ideal para sonar en la radio e en el MP3. Apta para todo público, tiene los condimentos necesarios para ser un hit.
Dance Litte Liar tiene una batería constante y protagónica, uos cuantos acordes de guitarras, y la voz desaganda de Alex. Todo parece triste, hasta que la tristeza que destila el tema se vuelve furia, y tras la catársis, la tristeza otra vez. Sencillamente genial.
En Prettys Visitors encontramos otra canción psiclotímica, furia-tristeza-enojo. Pero en The Jeweller's Hands nos topamos con una joyita. Es una de las canciones más estables de todo el disco. Una bonita canción a medio tiempo, pero tambien la más larga Humbug, con una duración de 6 minutos.
Escondido hay un bonus track, Red Rigth Hand.

La tristeza parece ser el hilo conductor de este tercer disco de los Artic Monkeys. Un disco oscuro y de emociones fuertes, sin vestigios de alegría, pero si de locura.

Humbug
ARTIC MONKEYS


CALIFICACIÓN: BRUTUS BRUTUS BRUTUS ½








Fangoria siempre se han situado en la frontera de lo kitsch. No sólo en sus directos ni en sus fotos o portadas, sino también en sus canciones. Incluso en un disco tan comedido como Una temporada en el infierno había momentos que la traspasaban sin ningún tipo de temor. El problema es no saber volver de ahí, quedarse pegado en ese universo: lo hortera deja de ser reivindicable para ser, directamente, aburrido.

Es lo que les sucede a Fangoria en Absolutamente, su peor disco en mucho tiempo. ¿El peor de toda su carrera? Pues habrá que ver cómo crece, pero de momento pinta mal, con pocas canciones reivindicables frente a cualquier tiempo pasado y sensación de relleno.

Dice la nota promocional que éste disco es “una reafirmación de todo lo que son y abarcan, (...) el que mejor contiene las muchas caras, facetas y conflictos del dúo”. Yo lo veo como el menos inspirado, el que no triunfa por el lado de las canciones pegadizas y el que demuestra que quien busque en ellos la profundidad emocional de aquella temporada en el infierno más vale que cambie de grupo.

¿Hits? Poquitos. Más es más debería serlo, pero dudo mucho que en una pista de baile funcione como algunos de sus éxitos más recientes. Ya no digo Eletricistas, pero Retorciendo palabras tenía muchísimo más gancho que cualquiera de los temás de Absolutamente, incluso que la titular, que se ve ahogada por la producción plana y lineal.

Ésa es otra: en todo el disco hay una notable falta de recursos: todo queda reducido a subir el ritmo, meter guitarrazos entrando a plomo y líneas de teclado más o menos disfrutables. El grupo ha apostado por un tono de discoteca petarda (dicho sin ningún tipo de mala intención), pero fuera de ese ambiente, el disco no funciona para nada.

Es más, cuando llegan las canciones que deberían cambiar esa línea, Fangoria dejan algunos de los peores temas de su carrera. Mención especial en lo negativo a Con los ángeles. En el plano positivo, Absolutamente y Ensayo para una despedida. Lo peor de todo es la sensación final de haber estado auténticos esfuerzos para ponerme el disco más de una vez. Fangoria fueron un grupo de los que se te enganchaban y te pedían más y más. Ahora me suenan absolutamente innecesarios y creo que no soy yo el que ha cambiado. Por algún lado se ha perdido parte del talento, aunque ellos digan que esto es criticar por criticar.
No sé, si me dicen que este es el disco de las Nancys Rubias, me lo creo. Pero para Fangoria, con un pasado emocionante, es un resbalón en toda regla. Gustavo Ian


Absolutamente

FANFORIA

CALIFICACIÓN: BRUTUS BRUTUS BRUTUS

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