viernes, 1 de julio de 2011

UN AÑO CON AMOR- Matrimonio igualitario

El 15 de julio del año pasado, la Argentina se trasformó en el noveno país del mundo y el primero de Latinoamérica que autorizó el casamiento entre personas del mismo sexo. Luego de 15 horas de intenso debate, con 33 votos a favor y 27 en contra, se convirtió en ley el Matrimonio Igualitario.


Esos días previos a la aprobación de la ley fueron los únicos en los que me sentí ser un protagonista de nuestra historia. Siempre mirando todo comodamente desde mi casa y viendolo como un vouyerista, observando, pero sin involucrarme. Pero esa vez fu difierente, aunque no crea en el matrimonio como institución, era el conseguir un derecho que nos igualara el que me movilzaba a ser parte de la lucha. Así fue como con los chicos que en ese moemnto formaban parte de CASA BRUTUS tratamos de estar presentes en esa lucha. Nos morimos de frío esos dos días previos en el Obelisco primero, y en la Plaza del Congreso el día siguiente. Era muy emocionante ver todas esas pancartas, esas banderas multicolores de todas las organizaciones LGBTI que ese día coparon la plaza. Y lo maravilloso es que no era una Marcha del orgullo, en donde cada unx va por una razón diferente, ahí estabamos todxs por una convicción única, el derecho a tener los mismos derechos y de ser reconocidos como ciudadanos en iguales condiciones.
Para BRUTUS (Gaby, Miguel, Coté, Fabián y yo) la jornada terminó a las 23 hs, luego del discurso de Nito Artazar, pero muchas personas se quedaron hasta el final. Esa noche me había quedado en casa de Gabo (hoy mi ex) y cuando me desperté encendí el televisor para conocer el reultado de la votación. Los noticieros no hablaban de otra cosa, y ese momento se escaparon una lágrimas de felicidad. Lo habiamos conseguido: 33 votos a favor y 27 en contra. En ese momento, me sentí feliz de verlo por television, pero sabiendo que esta vez, yo había estado ahí.

Cristian Almirón
CASA BRUTUS CLUB







Opiniones:

GUSTAVO PECORARO
Activista de larga trayectoria y Director editorial de El Vahído, el programa LGBT de Radio Sentidos.


¿Qué sentiste cuando se aprobó la ley?

Personalmente tuve sensaciones contradictorias. Para mi el Matrimonio es una institución que no me representa demasiado en cuanto a las formas que creo para relacionarme. Este es un tema que aún la comunidad LGBT tiene que seguir debatiendo: el de las formas de relaciones que vamos a generar. Qué pasa con la fidelidad y todo lo demás.
Pero por otro lado, ver a la comunidad movilizada, la fuerza que se tenía, el discurso único, sentir que la derecha y la iglesia se la tenía que comer , todo eso me produjo una inmensa alegría.
Además, el Matrimonio Iguaitario construye en derechos y sobre todo en ilusiones, desde ese punto de vista en imbatible.
Piensen que soluciona los derechos de miles que quieren casarse y permite al resto decidir usar o no, ese derecho.
Mi amigo más antiguo, Adrián -somos amigos hace 30 años, y que está en el Peronismo de Santa Fé, me ganó una apuesta: la noche anterior me dijo que sabía de buena mano que Kirchner había dado la orden de que la Ley tenía que ser aprobada.


¿En que creés que cambió la sociedad argentina con su aprobación?

La sociedad no cambió. La sociedad sigue siendo patriarcal, machista y homofóbica.
LO que cambió es la posibilidad de que muchas y muchos peleen nuevamente por sus derechos.
Esta sociedad argentina de la ley de Matrimonio Igualitario, aún tiene muchas deudas.
Las personas trans aún siguen siendo ciudadanas y ciudadanos de segunda, sin posibilidades a tener su identidad como a cada una o uno le guste, dicho de forma medio resumido.
La homofobia y los crímenes de odio siguen al día, y podés poner como ejemplo los asesinatos de Natalia Gaitan o de Octavio Romero, o el triste suicidio de Nicolas Aguero.
En Argentina hay aún que seguir luchando por una ley de aborto, seguro legal y gratuito.
Y muchas más cosas.
La sociedad no cambió demasiado, tal vez podría decir que giró un poco sobre su eje.




RAFAEL FREDDA

Presidente de Federación CREFOR. Presidente de SIGLA. Director de INSUCAP


¿Qué sentiste cuando se aprobó la ley?

Para mí significó aprender a creer en que lo que parece imposible puede ser posible. Yo tengo 63 años, y a lo más que aspiraba era a una ley de uniones civiles; cuando vi que los jóvenes estaban tan entusiasmados con el argumento constitucional de la igualdad y pedían matrimonio me dejé llevar, pero en el fondo de mi alma siempre pensaba que la Iglesia Católica iba a tener fuerza suficiente para detener el proceso. Cuando se produjo el desenlace exitoso sentí un cansancio muy grande y al mismo tiempo como que se me aflojaban las entretelas del alma, porque la tensión de toda una vida se había aflojado. La discriminación seguirá, pero ya no somos ciudadanos de segunda como lo dije el día que la Corte Suprema nos rechazó la personería jurídica. Y ahora sí la discriminación es social y cultural, y se puede pelear paso a paso.


¿En que creés que cambió la sociedad argentina con su aprobación?

La sociedad argentina dio un paso adelante inmenso. Dejó atrás su dependencia de la Iglesia Católica. El artículo 2do. de la Constitución sigue clavado en la médula de la Nación como una espina en una vena, pero ahora ya no creo que sea eterno. Se lo puede combatir. Cuando vi la entrevista de Juan Castro a Kirchner, antes de que fuera presidente, donde él decía que los homosexuales podían casarse y adoptar, no pensé que iba a poder hacerlo. Ahora he vuelto a creer en el proyecto nacional y popular con la misma esperanza que tuve a los 14 años, cuando seguí a mi novio a una manifestación contra el Plan Conintes y aprendí a escaparme de la policía. La esperanza con los golpes de la vida se me había diluido un poco porque soy un producto de la década del cincuenta, y un país sin curas ni militares ni policías que se crean superiores a los demás me parecía casi inconcebible. Ahora nadie se puede creer superior a nosotros, por lo menos no en cuanto a derechos.


POSTALES DE UN ATRÁS



28 de junio, Marcha del Día del Orgullo GLBT. Congreso




28 de junio, Marcha del Día del Orgullo GLBT. Congreso Repartiendo chupetines




28 de junio, Marcha del Día del Orgullo GLBT. Congreso CASA BRUTUS con Susy Shock y Marlene Wayar




13 de julio, Ruidazo en el Obelisco




13 de julio, Ruidazo en el Obelisco





14 de julio, Marcha a favor de la Ley de Matrimonio. Congreso






14 de julio, Marcha a favor de la Ley de Matrimonio. Congreso


Gracias a todxs lxs que estuvieron apoyando. ¡VAMOS POR TODOS NUESTROS DERECHOS!!


A casi 365 días de la sanción de la Ley 26.618, los números hablan por sí solos: al 24 de junio de este año, se celebraron 2.533 casamientos entre personas de un mismo sexo –60% de las parejas son hombres, 40% mujeres– en cada una de las 23 provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

No hay comentarios:

Publicar un comentario