La vigorexia no está reconocida como enfermedad por la comunidad médica internacional, pero se trata de un trastorno o desorden emocional donde las características físicas se perciben de manera distorsionada, al igual que lo que sucede cuando se padece anorexia; pero a la inversa. Es decir, es una persona que siempre se percibe con carencia de tonicidad y musculatura, y puede sentir una necesidad obsesiva de realizar ejercicio físico para mejorar su aspecto corporal, haciéndolo de forma compulsiva, y con ello padecer vigorexia. Con esta, los cuerpos suelen desproporcionarse, adquiriendo una musculatura no acorde con la talla de la persona.
Los adictos al ejercicio practican deportes sin importar las condiciones climáticas, sientan alguna molestia o indisposición, a punto de enfadarse y sentirse culpables cuando no pueden realizarlo o alguien critica dicha actividad.
La mayoría no puede dejar de concurrir un día al gimnasio, en el que pasan además muchas horas por día, llegando a convertirlo en su segundo hogar.
Diferencias con la anorexia nerviosa
Aunque esta es una enfermedad muy similar a la anorexia nerviosa, también se dan un número de diferencias muy importantes:
* La auto-imagen en la anorexia es de obesidad; en la vigorexia es de debilidad y falta de tonicidad muscular.
* En las mujeres es más frecuente la anorexia y por el contrario la vigorexia es mas padecida por personas de sexo masculino.
* En la medicación, cuando existe anorexia se usan laxantes y diuréticos en la vigorexia, anabólicos.
Este trastorno o desorden psíquico asocia belleza con aumento de masa muscular. La mayor parte de las horas del día están dedicadas a realizar ejercicio físico y a pensar en poder llevar a cabo una dieta rica en alimentos proteicos para así aumentar la musculatura del cuerpo. Este cuadro se ve agravado cuando todo se une al consumo de anabolizantes o esteroides
Las endorfinas son un grupo de hormonas fisiológicas que ocasionan analgesia y una sensación de felicidad y relajación. Son los también llamados opiáceos endógenos, ya que producen los mismos efectos que los analgésicos derivados de opio. Según ciertos investigadores las endorfinas se liberan a la circulación cuando se alcanza el 76% de la frecuencia cardiaca máxima de entrenamiento. Las endorfinas son moléculas producidas por el Sistema Nervioso en respuesta a una variedad de estímulos, y se postula que serían ellas la cura que usa el organismo para los altos niveles de estrés.
Estas endorfinas constituyen un conjunto de hormonas que manufactura el propio organismo, cuyas propiedades son similares a la morfina, en su mecanismo de paliación ante diversos estímulos dolorosos. Principalmente actúan como analgésicos endógenos.
Cuando la persona practica deportes rutinariamente hasta extenuarse el organismo comienza a producir estas sustancias para aliviar los síntomas de sufrimiento, y esto le permite poder continuar el trabajo por más tiempo cada día. A medida que pasa el tiempo se requerirá una cantidad cada vez mayor de hormonas para poder soportar el dolor, lo que acarreará serias consecuencias. Todo esto lleva al desarrollo de una verdadera adicción a las endorfinas. Debe prestarse mucha atención al dolor, por que es una señal de alarma de las posibles consecuencias del sobre-entrenamiento.
Consecuencias de la vigorexia
Numerosos problemas orgánicos y lesiones pueden aparecer cuando la práctica deportiva es excesiva.
Las desproporciones entre las partes corporales son muy frecuentes, por ejemplo, un cuerpo muy voluminoso con respecto a la cabeza.
La sobrecarga de peso en el gimnasio repercute negativamente en los huesos, tendones, músculos y las articulaciones, sobre todo de los miembros inferiores, con desgarros y esguinces.
La alimentación es otro problema muy frecuente e importante, ya que consumen muchas proteínas e hidratos de carbono y poca cantidad de grasa en un intento de favorecer el aumento de la masa muscular. Ocasionándoles muchos trastornos metabólicos.
El uso de anabólicos es también otra consecuencia que se asocia a la vigorexia, en un intento de mejorar el rendimiento físico e incrementar el volumen de sus músculos. Con el uso de estas sustancias no se obtiene ningún beneficio, sino todo lo contrario, ya que producen muchos trastornos en el organismo como masculinización e irregularidades del ciclo menstrual en las mujeres, acné, problemas cardíacos, atrofia testicular, disminución de la formación de espermatozoides y retención de líquidos, entre otros.
Consecuencias psicológicas
Depresión y/o ansiedad
Deterioro de las relaciones sociales
Afectación en el trabajo y/o estudio
Consecuencias biológicas
Cambios metabólicos que repercuten sobre el hígado y el aparato cardiovascular que aumentan los niveles de colesterol.
Depresión del centro respiratorio
Disfunción eréctil, hipertrofia prostática, hipogonadismo y ginecomastia
Amenorrea, ciclos anovulatorios
Consecuencias socioculturales
Problemas en las relaciones interpersonales
Aislamiento
Enajenación
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