martes, 2 de abril de 2013
Icono del Mes - DAVID BOWIE
El Duque Blanco está de regreso, y nada mejor que hacer una recorrida por su prolífica carrera discográfica y cinematográfica. Por eso es el Ícono del Mes.
David Bowie (nacido con el nombre de David Robert Jones el 8 de enero de 1947) es un músico y compositor de rock británico, quien ha ejercido a su vez de actor, productor discográfico y arreglador. Figura importante de la música popular durante más de cinco décadas, Bowie es considerado un innovador, en particular por sus trabajos de la década de 1970 y por su peculiar voz, además de la profundidad intelectual de su obra.
David Bowie comenzó su carrera cantando y tocando el saxofón en pequeños locales y también en institutos, con músicos aficionados como The Manish Boys, David Jones & The King Bees o Lower Third. A finales de la década de 1960 comenzó a grabar sus primeros sencillos, que luego se integrarían en su primer álbum, David Bowie (1967). Se interesó además por el teatro, llegando a formarse como mimo y actor con Lindsay Kemp, una influencia que se dejaría notar más tarde en sus actuaciones.
En 1969 grabó el álbum Man of Words/Man of Music, en el cual se incluía el single “Space Oddity”, que llegaría al puesto cinco de las listas en el Reino Unido. Después de realizar actuaciones en diversos países, entabló amistad con el que se convertiría en su nuevo mánager, Toni De Fries. En 1970 y 1971 publicó los álbumes The Man Who Sold The World y Hunky Dory, en los que ofreció una provocativa imagen andrógina, en consonancia con el glam, la tendencia que dominaba en aquel momento el rock británico.
A partir de 1972 empezó el gran ciclo de transformaciones que caracteriza su personalidad camaleónica: en The Rise and Fall of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars encarna a una estrella bisexual del rock procedente de otro planeta. Esta tendencia a la ambigüedad continuaría en Aladdin Sane (1973), su siguiente trabajo. Ese mismo año Bowie posó junto a la modelo Twiggy en la portada de Pinups, una compilatorio de algunas de las mejores canciones del rock de los 60, y apareció desnudo en la carpeta de su álbum Diamond Dogs (1974).
Las canciones de Bowie generaban una atmósfera futurista, obsesiva, donde daba cabida a breves guiños dirigidos al rock estadounidense y desarrollaba profundas y densas secuencias por las que desfilaban personajes orwellianos (el Gran Hermano de la novela 1984, de George Orwell), arquetipos de una modernidad decadente o personajes que parecen surgidos del género gótico. En Gran Bretaña las críticas a este último álbum fueron duras, y Bowie decidió dar un giro a su carrera, adoptando una imagen personal más sobria e introduciendo la música disco y el soul como influencias estilísticas en sus composiciones. Se lanzó a la conquista del mercado estadounidense con el álbum Young Americans (1975), que ascendió al primer puesto de las listas de ventas. Con el respaldo de Andy Warhol, con el que trabó gran amistad, su popularidad creció rápidamente.
En esta segunda mitad de la década de 1970 Bowie continuó experimentando con nuevos sonidos. El elemento electrónico estaba cada vez más presente en su música, a través del uso recurrente de sintetizadores y de la manipulación de su voz en los temas. Esto queda patente en álbumes como Station to Station (1976) y Low (1977), en el que empieza su asociación con el músico y productor Brian Eno. Bowie evolucionaba hacia un personaje de aspecto frío y distante, envuelto en largos abrigos de cuero, lo que le valdría el sobrenombre de El Duque Blanco.
Heroes (1977) ofrecería estructuras y sonidos aun más densos y complejos. En los años siguientes, y todavía con Eno, Bowie grabó Stage (1978), álbum en vivo resultado de su gira de aquel año, y Lodger (1979), que señalan su vuelta hacia un rock fresco, original y de sencilla comercialización, aunque enriquecido por todas las innovaciones de la etapa anterior. Con Scary Monsters (1980), que seguía esta misma tendencia, terminó otra etapa de su carrera.
Bowie inició en ese momento su periodo de mayor éxito comercial, pero también el de más críticas adversas por parte de los especialistas, que le achacaban un empobrecimiento musical. En Let's Dance (1983) y Tonight (1984) compaginó temas herméticos con baladas que le facilitarían la colaboración con otros artistas, como Iggy Pop, Queen, Tina Turner y Mick Jagger.
Su enorme éxito se vio favorecido por sus trabajos para el cine. En 1986 compuso la banda sonora de Laberinto, filme dirigido por Jim Henson y producido por George Lucas, donde además interpretaba uno de los papeles protagonistas. Ya atesoraba una extensa trayectoria como actor en otros filmes anteriores, como The Man Who Fell To Earth (1976, de Nicolas Roeg), Gigoló (1979, de David Hemmings), El ansia (1983, de Tony Scott), Feliz Navidad, Mr. Lawrence (1983, de Nagisa Oshima) o Cuando llega la noche (1985, de John Landis).
Su siguiente trabajo fue Never Let Me Down (1987). Tras un periodo (1989-91) en el que trabajó con la banda Tin Machine, Bowie retomó su carrera en solitario con Black Tie White Nose (1993). Casado con la modelo Iman, comenzaba una nueva y fructífera etapa musical. Con Outline (1995), Bowie volvió a transformarse (esta vez adoptaría la identidad de un detective en una urbe futurista) y recobró, con sonoridades de su época con Eno, su preeminencia en la vanguardia del rock. Earthling (1997), Hours (1999), Heathen (2002), Reality y Club Bowie (2003) son sus trabajos más recientes. Una grave operación de corazón le obligó a cancelar su gira europea de 2004, aunque consiguió recuperarse de la misma.
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