martes, 1 de febrero de 2011

POLIAMOR

En los últimos tiempos es muy común encontrar en la páginas de contactos perfiles que sin tapujos anuncian que están en pareja o casados y que buscan un tercero para una relación paralela o para que se una como integrante a una relación ya conformada. El poliamor amenaza con extinguir la manogamia y el tabú de la infidelidad.
Hoy te damos algunos tips para que te enteres un poco más de que va esta práctica.



La "relación abierta" y el "poliamor" son términos diferentes, aunque muchas personas tienden a confundirlos. Poliamor es una palabra híbrida: del griego poli, muchos y del latín amor. El "poliamor" quita terreno a la clásica monogamia.

Poliamor es un neologismo que significa tener más de una relación íntima, amorosa, sexual (no necesariamente) y duradera de manera simultánea con varias personas, con el pleno consentimiento y conocimiento de todos los amores involucrados. El individuo que se considera a sí mismo emocionalmente capaz de tales relaciones se define a sí mismo como poliamoroso. Relación abierta en camabio, denota una relación (usualmente entre dos personas) donde los participantes son libres de tener otros amores; cuando dichas personas están casadas, se denomina matrimonio abierto.

Algunas relaciones permiten sexo fuera de la relación primaria, pero no amor o romance; tales relaciones son abiertas pero no poliamorosas. Algunos poliamorosos no ven dicotomías entre “relacionados y no relacionados”, entre “amores y no amores”; sin estas divisiones, pierde sentido clasificar las relaciones como abiertas o cerradas.

El término “relación abierta” es comúnmente usado por personas que desconocen el término "poliamor", pues existen puntos en común entre los dos términos.


* Relaciones jerárquicas. Distingue entre relación “primaria” y “secundaria” (la mayoría de los matrimonios abiertos).

* Poligamia (poliginia y poliandria). Donde una persona se casa con varios esposos (poliandria) o varias esposas (poliginia), los cuales pueden estar o no casados o mantener relaciones entre sí.

* Relación grupal y matrimonio grupal. Donde se considera que todos los miembros están igualmente asociados unos entre otros. El término fue popularizado por algunos novelistas como Robert Heinlein, en “Stranger in a Strange Land” y “The Moon Is a Harsh Mistress”, Robert Rimmer y Valentine Starhawk.

* Redes de relaciones conexas. Donde cada persona puede tener varias relaciones, en diversos grados de importancia, con varias personas.

* Relaciones mono-poliamorosas. Donde uno de los integrantes es monógamo pero acepta que el otro sostenga relaciones externas.


Para la Polyamory Society, una organización sin fines de lucro con sede en Washington, se trata de "una filosofía y práctica ética, no posesiva, honesta y responsable, que enfatiza la elección consciente de cuantas parejas uno desee, en lugar de aceptar las normas sociales que dictan que se debe amar a una sola persona por vez"


Las personas en relaciones convencionales a menudo acuerdan no buscar otras relaciones en ninguna circunstancia, ya que atentarían con diluir o sustituir la relación primaria. Los poliamorosos creen que estas restricciones no son de hecho lo mejor en una relación, ya que tiende a reemplazar confianza con prohibiciones posesivas, y ponen las relaciones en un marco de propiedad y control “tú eres mío”. Esto refleja suposiciones culturales donde las restricciones parecen necesarias para frenar “deslizamientos” de la pareja, o donde la otra relación cercana pudiera ser una seria amenaza a la dilución del vínculo.





Los poliamorosos perciben al amor de su amor, en función del enriquecimiento a la vida de su amor, más que una amenaza para sus vínculos. El viejo dicho “Si amas algo, déjalo libre, si regresa es tuyo, sí no, nunca fue” describe una visión similar. Por esta razón, muchos poliamorosos ven la visión posesiva de las relaciones como algo que se debe evitar.

La mayoría de los monógamos definen la fidelidad como "el compromiso con un sólo amor exclusivo, prohibiéndose mutuamente tener relaciones sexuales o amorosas con otras personas durante dicho compromiso". Por su parte, la mayoría de los poliamorosos definen la fidelidad como "el ser honesto con sus amores respecto a sus relaciones, adhiriéndose a los compromisos establecidos con cada uno de ellos".

Ya que, por su propia esencia, no existe un “modelo estándar” de relación poliamorosa, los participantes de cada relación establecen libremente cómo debe funcionar su relación. Lo importante es que se defina claramente entre todos los miembros implicados, porque si no se definen las reglas del juego las expectativas fallidas pueden ser extremadamente dañinas a la relación. Por esta razón, muchos poliamorosos se abocan explícitamente a decidir con todos los involucrados las reglas básicas de la relación. A diferencia de otras formas de relaciones negociadas (p.ej. acuerdo prenupcial) los poliamorosos comúnmente toman la negociación como un proceso continuo a lo largo de la vida de la relación.


La mayoría de las denominaciones religiosas (incluyendo todas las cristianas) esperan que una persona elija una pareja sexual o marital. Aun aquellas que permiten relaciones polígamas comúnmente la limitan a una forma rígida definida de matrimonio – usualmente poliginia. Los líderes religiosos tienen poco que decir del poliamor, y se debe posiblemente al bajo perfil que guarda comparado con otros temas éticos o de relación como la homosexualidad, y porque el poliamor no se conoce o identifica claramente como una forma distinta de vida.

Una crítica común al poliamor está basada en la creencia que al dividir el amor entre varias parejas, ese amor se disminuye. Esto es un argumento matemático que trata al amor como un objeto dividible o bien como un entero, algo que solamente pueden darse a una persona si se le quita a la otra.

Aquellos que valoran la monogamia a menudo señalan la fuerza y confianza que puede construirse en parejas duraderas por estar enfocados uno al otro, al no tener otras relaciones.


En el prólogo del libro El amor libre. Eros y anarquía, editado por Utopía Libertaria, el escritor Osvaldo Baigorria escribe: "Para defender al principio de amor libre se necesitan dosis parejas de inocencia y expereincia. Una vez desacralizados el matrimonio, la familia y la dupla varón-mujer unidos `de por vida´, ¿qué sino la inocencia puede vincular la libertad al amor, en especial si éste se lo entiende como pasión o atracción entre seres de carne y hueso?
La experiencia susurra al oído que la fidelidad es imposible, que la moonogamia es una ilusión y que las leyes del deseo triunfan sobre las leyes de la costumbre. La inocencia grita que el amor solo puede ser libre, que la pluralidad de afectos es un hecho y que el deseo obedece a un orden natural, anterior y superior a todo mandato social..."
Más adelante agrega: "Nunca hubo algo más difícil que ser libertario en las cuestiones de amor. Se puede serlo ante una autoridad o la propiedad pero ante los vaivenes del corazón no hay principio, norma o idea que se sostenga firme en su sitio. ¿Hay alguien más parecido a un esclavo que un enamorado? La posesión es la antítesis de la libertad. ¿Cómo uno puede ser verdaderamente libre cuando ama? Sólo mediante una reinvención de la palabra amor".

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