REYES MAGOS

Se acerca un nuevo 6 de enero. A preparar el pasto y el agua para recibir a los camellos. Acordate de preparar los zapatitos para recibir los regalos que te traerán los Reyes Magos.




En el Evangelio de San Mateo (Mt 2, 1-12) capítulo dos, versículos uno al doce, se narra como unos Magos que vinieron de oriente buscando al nuevo rey que habría de nacer, guiados por una luminosa estrella, llegaron a Belén para adorar y ofrecer sus místicos dones al recién nacido Mesías, burlando al infanticida más temido y famosos de la historia Herodes.

En las Escrituras no se abunda mucho sobre su origen, su personalidad, sus rasgos, ni siquiera sus nombres. En cuanto al número de magos, se acepta el de tres, teniendo en cuenta el número de presentes ofrecidos. No obstante en determinadas representaciones pictóricas, por razones de perspectiva o capricho del autor, sólo aparecen dos o, en otras ocasiones, cuatro.

Los tres nombres que han llegado hasta nosotros en la tradición occidental -Melchor, Gaspar y Baltasar- no son los nombres primitivos u originales de los Magos. Los nombres son distintos en diversas lenguas. En griego, Appellicon, Amerín y Damascón; en hebreo, Magalath, Galgalath y Serakin. Los armenios suponen que fueron 12, por lo que les asignan doce nombres diferentes.

Se asume que eran "sabios" o astrónomos, llamados en aquella época como "magos", porque venían siguiendo una estrella que presagiaba la llegada del nuevo rey. La palabra “Mago”, proviene del elamita (Ma-ku-ish-ti) que pasando por el persa (Ma-gu-u-sha) y por el acadio(Ma-gu-shu)[2] llegó al griego como Μαγός (Magós, plural: μαγοι, magï) y de ahí al latín Magi (Cf. Magíster) de donde llegó al español. Estos "magos", según la creencia Católica, eran representantes de religiones paganas de pueblos vecinos. Eran los miembros de la casta sacerdotal medo-persa, posiblemente sacerdotes zoroastristas provenientes de Persia.

Como venían con regalos para el rey que habría de nacer, la tradición los describe como reyes bondadosos con presentes para todos, asignándole un nombre y rasgos específicos a cada uno.

Melchor: Un anciano blanco con barbas blancas. Su regalo para Jesús es oro, representando su naturaleza real.

Gaspar: Joven moreno. Su regalo es el incienso, que representa la naturaleza divina de Jesús.

Baltasar: De raza negra. Su regalo a Jesús es mirra, que representa su sufrimiento y muerte futura.