miércoles, 1 de julio de 2009

OPINIÓN BRUTUS - Sea dicho

Estos días pasado hubo elecciones y como siempre salio el tema de los derechos humanos, sociales y civiles.
Que llega un mail en nombre de una asociación gay diciendo que no se vote a un candidato, que esto ó que lo otro.
Entonces tenemos a cierta gente que dice que la izquierda es pro gay y la derecha lo contrario.
Veamos, los países con regimenes de izquierda no son especialmente abiertos, basta estudiar a Cuba, China y Vietnam y ni siquiera los iconos revolucionarios latinoamericanos son ejemplares , ni la Bolivia de Morales, ni la Venezuela de Chávez han otorgado más derechos a las comunidades LGTBI de sus países.
Por el contrario aquellos países en que estos derechos han sido reconocidos fueron aquellos en que el mismo primero recorrió transversalmente a la sociedad.
Donde todos aquellos partidos, que creen en la separación del estado y de los diversas iglesias y cultos, han logrado un papel relevante en la sociedad.
No significa ir contra una iglesia o culto en particular, y normalmente se permite la objeción de conciencia de los funcionarios.
La cuestión no debe ser una lucha contra a un grupo, como a veces se plantea; sino demostrar que los principios morales de una porción de la comunidad no puede imponerse a toda la republica.
Y como resultado de esto, debemos entender que además de nuestra orientación sexual e identidad de género, somos el resultado de múltiples variantes.
Lugar de origen, familia, etc. el hecho de presuponer que por el detalle sexual debemos votar a un determinado partido, nos reduce a la condición de secta, nos vuelve tan intolerantes como aquellos que decimos combatir.
Por lo que cada uno, desde su lugar debe contribuir a que la sociedad de izquierdas a derechas , de las ciudades al campo, vea que la sexualidad es solo un detalle y que por lo tanto, que en nuestro caso significa que nos sentimos atraídos sexualmente por personas del mismo sexo, y solo eso.
Y como complemento de esto, no estaría mal abandonar ese sentimiento de persecución permanente.
Y si alguien de nuestra comunidad comete un delito, comete un delito y no es hostigamiento.
Si hace el ridículo, es ridículo. Es verdad que estamos más expuestos; pero lo ridículo es ridículo sea hecho por un hetero ó un homo.
Quizás sea bueno contribuir a que sean conocidos aquellas personas de la comunidad LGTBI, que contribuyen en las ciencias, las artes y las ciencias y no seguir defendiendo o publicitando a aquellos que basan su popularidad en su condición sexual.

Sea dicho
LEMUR

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