ROCK - RUBIN Y LOS SUBTITULADOS

01. Quien debo ser esta vez
02. El día que nunca termina
03. El rey de la ansiedad
04. Falling in love with myself
05. Lo que ves es lo que hay
06. Los encerraditos
07. Avenida del Mar
08. Nada
09. Beatle Dennis
10. Aparecer
11. Menos es más
12. Quiero que me vengas a buscar



Tres años pasaron desde la edición de su disco debut "Esperando el fin del Mundo", y cinco desde que apreciera su EP "Viva la vida". Tambien pasaron unos cuantos años más desde su partida como vocalista de la banda GRAND PRIX, uno de los prometedores exponentes de la escena indiepop porteña de los noventa.

Sin embargo para Sebastin Rubin el amor y el interés por la canción pop perfecta de guitarras al frente sigue intacto. Y lo que para muchos puede llegar a considerarse algo monótono en su sonido, es en realidad un estilo personal.

Doce son las canciones que contiene "Desayuno de Campeones" todas compuestas y producidas por el mismo Rubin.

El disco abre con la hermosa joyita power pop "Quien debo ser esta vez" y continúa con "El día que nunca termina", recordando el guitarreo de los ya difuntos TEENAGE FANSCLUB o los LEMONHEADS. El espiritu melódico de XTC atraviesa de punta a punta "El rey de la ansiedad", y el desconcierto country de "Fallin in love with myself" es la gran sorpresa del disco. La beatlesca "Los encerraditos" nos invita a adoptarla como banda de sonido y escaparnos como en una road movie de la ciudad, sin dudas el mejor tema de todo el album. Y continuando por esa ruta de escape tomar la "Avenida del mar" (...por la arena o por el mar, el un globo hasta explotar, cada cual tiene su forma de escapar). Pero no todas son buenas canciones en el álbum, el traje de Cerati ni la ayuda de sus amigos de Satélite Kingston alcanzan para salvar "Nada", una canción que termina siendo eso, nada. Lo mismo ocurre con la aburrida "Lo que ves es lo que hay", cuyo video fue dirigido por Gabriel Lichtmann. "Beatle Dennis" y "Aparecer", dos bonitas canciones que redondean bastante bien el sonido del disco, y el cierre un tanto extenso y aburrido con ese solo de guitarra de Mariano Martinez (Ahora converrtido en nuevo cantantae de Attaque 77) en la insípida "Quiero que me vengas a buscar".




No podemos afirmar que Rubin sea un campeón con este disco, pero si que hay más que buenas canciones, aunque talves no alcance para levantar la copa.


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